miércoles, 16 de enero de 2013

"El cerebro humano es un acontecimiento evolutivo especial" Mara Dierssen


Mara Dierssen es Neurobióloga y jefe del
Grupo de Investigación sobre Análisis
Neuroconductual del Centro de Regulación
Genómica de Barcelona






El cerebro es un mundo que consta de
numerosos continentes inexplorados y grandes extensiones de territorio desconocido.

Santiago Ramón y Cajal









Introducción del artículo de Mara Dierssen, El cerebro humano. Un acontecimiento evolutivo especial

Hace unos 500 millones de años, se produjo una bifurcación de trascendental importancia en la evolución de los seres vivos: mientras muchos organismos adoptaron una relación relativamente más pasiva y sedentaria con el medio ambiente, en el mar, en animales tan primitivos como las esponjas, apareció el desarrollo de un tejido, el tejido nervioso, especializado en recabar información del medio exterior, procesarla y responder de forma favorable para la supervivencia del organismo.

En los invertebrados, el sistema nervioso está formado por ganglios, agrupaciones neuronales capaces de integrar información. La concentración progresiva a lo largo del tiempo de parte de esas redes nerviosas en regiones cefálicas de los animales dio como resultado la aparición y el desarrollo de cerebros cada vez más grandes y complejos, constituidos por multitud de neuronas interconectadas mediante señales químicas y eléctricas.

Millones de años de evolución han multiplicado y diversificado sus capacidades hasta llegar a la extraordinaria capacidad de computación y abstracción del cerebro humano.

El cerebro humano no es el más grande (diversas especies lo tienen mayor), pero sí es uno de los mayores en proporción al peso corporal, especialmente si lo comparamos con especies cercanas, como los primates no humanos. El gradual incremento del volumen del cerebro en la escala evolutiva ha determinado la discusión sobre la relación entre el tamaño del cerebro y la inteligencia.

Sin embargo, si comparamos un cerebro muy grande, de 1.800 g, con otro pequeño, de 900 g, pese a que en esos 900 g de diferencia hay millones de neuronas, ello no es indicativo de las capacidades de ambos cerebros. El cerebro humanos es tres veces mayor que el del chimpancé, situándose la divergencia entre las dos especies hace 7-8 millones de años y el doble que nuestros ancestros homínidos de hace unos 2.5 millones de años. Aún así, el cerebro humano parece haber disminuido en cierta medida de peso con el tiempo. En los albores de nuestra especie (Homo sapiens sapiens), hace unos 35.000 años, se calcula que pesaba por término medio 1.450 gramos.



En el hombre de hoy tiene un peso medio de 1.300 gramos, es decir, en ese tiempo ha disminuido unos 100 gramos. John Morgan Allman tiene una explicación interesante para esta reducción de peso cerebral. Basándose en estudios de domesticación de otras especies, propone que al reducirse la necesidad de buscar permanentemente su propio sustento y protección para sobrevivir, disminuyó el tamaño de sus cerebros. Es decir, según Allman, con la agricultura o la tecnología el hombre se ha “domesticado” en cierta medida a sí mismo.


Fuente de información:

Mara Dierssen
El cerebro humano. Un acontecimiento evolutivo especial
Universidad de Málaga, 2009
Paradigma, vol.8,2009, p. 8-15


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